—Tienes un médico en casa y no lo sabes. Un médico que te pide muy poco y que te puede regalar mucho.
Esto era lo que le explicaba Javier a Clara mientras paseaba a su perro en el Parque Gulliver de Valencia.
—Ojalá hubiera adoptado a Cristian mucho antes. No sabes cómo ha cambiado mi vida. Sin ir más lejos, hoy no estaría hablando contigo.
¿Por qué estas palabras? ¿Qué le ha ocurrido a Javier para hablar de esta manera?
Javier tenía una posición envidiable en la Bolsa de Valencia. Analista financiero.
Joven, mente aguda como un bisturí que sabía interpretar en pocos segundos las fluctuaciones de un mercado que poca gente entiende.
Manejaba los ahorros de cientos de personas, muchas de ellas personajes muy importantes de la ciudad de Valencia.
No es Oro Todo lo que Reluce
Pero…
La presión que soportaba era como una especie de tsunami golpeándole la cabeza cada mañana.
Se levantaba mucho antes de amanecer. Revisaba informes de mercado, analizaba tendencias financieras.
Era una montaña rusa emocional. Los mercados fluctuaban, las decisiones tenían que ser muy rápidas para que sus clientes conservaran intactos sus ahorros.
Reuniones maratonianas, interminables, conferencias telefónicas…
Estrés.
A pesar del bullicio que reinaba en sus “dominios financieros” durante horas y horas se sentía muy solo.
El trabajo le había alejado de familiares y amigos.
Retomar el contacto se hacía muy difícil.
Necesitaba Ayuda
Era tarde. Noche de febrero con una humedad de mil demonios. Salió de la oficina y tenía frío.
En Valencia no es habitual llevar un abrigo.
Caminaba despacio y vio un anuncio luminoso de una organización no gubernamental que animaba a los valencianos a adoptar un perro.
Se le encendió la bombilla dentro de su cansada cabeza.
Había leído sobre los perros de apoyo. Podían ser muy útiles en casos como el suyo.
Le podría ayudar a superar el estrés y la soledad.
Tuvo que esperar hasta el sábado. Se levantó con más ánimo del acostumbrado.
Cogió su coche y se acercó hasta el refugio de animales.
Allí conoció a Cristian, un Cocker Inglés, con un preciso pelo y una mirada de perro inteligente y muy sociable.
Sí. Es cierto. Los Cockers ingleses fueron perros de caza, pero no hay duda que han sabido adaptarse a cualquier espacio y son excelentes perros de compañía.
Desde el Primer Día
Lo notó desde el primer día.
Ese lunes, como cada mañana, Javier se levantó para ver los primeros informes y escuchar las primeras noticias.
Cristian se acercó. Pedía que le acariciaran.
Y se obró la magia. Al poco de pocos instantes, la presión arterial de Javier se estabilizó, su frecuencia cardiaca se normalizó.
El cortisol, esa hormona que provoca el estrés, desapareció.
La soledad empezó a disiparse como esa niebla matutina que ataca a las playas de Valencia en pleno invierno.
Cristian tenía un don especial. Intuía cuando a su dueño no le habían ido bien las cosas y se acurrucaba a su lado.
Con su sola presencia, Javier se sentía más que reconfortado.
El Ejercicio
Jamás había podido imaginar Javier que la presencia de Cristian haría que buscase tiempo para hacer ejercicio.
De los primeros paseos, cortos, pasaron a pequeñas caminatas por el Jardín del Turia. Pero Cristian quería más y esas caminatas se alargaron hasta más de una hora al día.
Javier se sentía cada vez más en forma.
Recordó un artículo de la Organización Mundial de la Salud.
Para evitar enfermedades crónicas y algunas relacionadas con el corazón, todos deberíamos hacer al menos 150 minutos de ejercicio diario.
Javier y Cristian superaban con creces esa cifra. Sábados y domingos, los paseos eran todavía más largos.
Otros Beneficios Inesperados
Llegaron otros muchos beneficios inesperados.
Su sistema inmunológico se fortaleció, descubrió que su fiel amigo era capaz de detectar cambios químicos en el cuerpo humano, alertando de posibles enfermedades.
Por supuesto que ni rastro de estrés y ni rastro de depresión.
Se apuntaron a un programa de voluntariado en el que los perros ayudaban a las personas mayores.
Pronto se convirtió Cristian en el centro de atención del programa, destinado a mejorar las funciones cognitivas de las personas con demencias.
La presencia de Cristian hizo que Javier se preocupara de los demás en su vertiente más humana.
Menos números, menos informes, menos noticias económicas y más interacción humana.
La Consecuencia Quizá más Importante
Llegó otra consecuencia. La socialización.
Pronto empezó a conocer a otros dueños de perros. A conversar con ellos, a intercambiarse teléfonos.
Conoció a Clara, la que iba a ser su pareja durante muchos años.
La familia creció. Javier ya no convivía con un perro, sino con dos. Su fiel Cristian y Lucas, un ejemplar de Yorkshire espectacular.
¿Qué Puede hacer mi Mascota por Mí?
Sí. Es cierto. Los perros nos pueden mejorar nuestra salud física y mental. Simplemente por estar con nosotros.
Un estudio de la Universidad de Uppsala en Suecia así lo indica después de examinar a más de 3 millones de personas con perros
Los dueños de perros viven más y están más sanos porque hay comportamientos en tu perro que te beneficien sin que tú te des cuenta
Y estos beneficios son:
- Reducción del estrés: Acariciar a un perro puede disminuir la presión arterial, frecuencia cardíaca y niveles de cortisol, la hormona del estrés.
- Consuelo: Los perros son intuitivos y tienden a consolar a sus dueños cuando están tristes, ofreciendo apoyo emocional.
- Promoción de la actividad física: Los dueños de perros suelen cumplir más con las pautas de actividad física, caminando más y manteniéndose activos.
- Combate la soledad: Los perros ofrecen amor incondicional y facilitan interacciones sociales, ayudando a reducir la sensación de soledad.
- Sensación de seguridad: La presencia de un perro puede aumentar la sensación de seguridad en el hogar debido a su instinto protector.
- Mejora de la salud cardíaca: Tener un perro puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y mejorar la salud cardiovascular en general.
- Reducción de alergias: La convivencia con perros puede fortalecer el sistema inmunológico y reducir la probabilidad de desarrollar alergias.
- Detección de enfermedades: Los perros pueden detectar cambios químicos en el cuerpo humano, alertando sobre posibles enfermedades.
- Beneficios para personas mayores: Pueden mejorar la función cerebral y la socialización en personas mayores, especialmente en aquellas con demencia.
- Aumento de la felicidad: Pasar tiempo con un perro puede aumentar los niveles de oxitocina, mejorando el estado de ánimo y reduciendo el riesgo de depresión en personas con enfermedades crónicas.
¿Te podías imaginar todo lo que tu perro puede hacer por ti?
