No hay nada que le guste más a un Scottish Fold -nombrado así por sus orejas plegadas- que estar con su gente, participando en lo que sea que estén haciendo.
Como su nombre lo indica, los Scottish Fold vienen de Escocia, y todos ellos pueden rastrear su ascendencia hasta un gato que tenía las orejas dobladas y trabajaba como ratonero.
Estos gatos son sensibles, expresivos y activos. Les encanta jugar y no son los mejores gatos para dejar solos en casa. Prefieren un compañero -incluso otro gato- que les haga compañía.
El Scottish Fold es un gato de tamaño mediano que destaca por su complexión compacta y robusta. Presenta un cuerpo bien proporcionado, con patas de longitud moderada y pies redondeados que le otorgan un aspecto equilibrado. Además, cuenta con una cola gruesa y de longitud media, que se mantiene en perfecta armonía con el resto de su silueta.
Su cabeza es ancha y redondeada, lo que aporta un aire inconfundible a la raza. Las orejas, pequeñas y plegadas hacia adelante, constituyen el rasgo más distintivo del Scottish Fold. Esta característica genética no solo le aporta un aspecto tierno, sino que también resalta sus mejillas ligeramente prominentes y su nariz corta.
El Scottish Fold suele lucir un pelaje corto y agradable al tacto, lo que favorece su cuidado y mantenimiento. Esta capa de pelo, además de ser suave, tiende a mostrar un grosor moderado que protege al gato de los cambios de temperatura. Aunque existe una variedad de longitudes dentro de la raza, la mayoría de los ejemplares presentan un manto corto que se ajusta perfectamente a la silueta de su cuerpo.
Uno de los rasgos más destacados del Scottish Fold es su carácter amigable y apacible. Es un gato que disfruta de la compañía humana y suele llevarse bien con otros animales, lo que lo convierte en un compañero ideal para familias con niños o para hogares con más de una mascota. Su aspecto de peluche, unido a su actitud afable, hace que llame la atención allá donde va y que, sin apenas buscarlo, sea el centro de todas las miradas en casa.
Este talante dócil y equilibrado se ve reforzado por la influencia de los British Shorthair, una de las razas con las que se permite el cruce para preservar sus características orejas dobladas. Al combinarse con los genes de los British Shorthair, el Scottish Fold hereda parte de la naturaleza tranquila y afectuosa que define también a esta otra raza británica. Así, el resultado es un gato de temperamento calmado, fácil de tratar y muy leal a su familia humana.
El Scottish Fold es reconocido por su apariencia compacta, que a pesar de no alcanzar dimensiones tan grandes como otras razas, sigue resultando llamativa por su equilibrio y robustez. Generalmente, el macho puede situarse entre los 4 y 6 kilogramos, mientras que la hembra tiende a ser algo más ligera, moviéndose alrededor de los 3 a 5 kilogramos. No obstante, estos valores pueden variar según la genética, la alimentación y el nivel de actividad de cada ejemplar.
En lo que respecta a la altura, un Scottish Fold adulto suele oscilar entre los 20 y 25 centímetros en la cruz, lo que lo sitúa dentro de la categoría de gatos medianos. Su longitud total (desde el hocico hasta la base de la cola) suele rondar los 40 centímetros, aunque algunos ejemplares pueden superar ligeramente estas medidas. No se trata de un gato enorme, pero su estructura corporal resulta sorprendentemente firme y musculosa para un felino de su talla.
Pese a no ser un gigante dentro del mundo gatuno, el Scottish Fold posee proporciones muy armoniosas que realzan su peculiar aspecto. Su cuerpo, de apariencia “compacta”, destaca por tener una buena masa muscular y patas de longitud moderada que terminan en pies redondeados. Estos rasgos le permiten moverse con agilidad, siendo capaz de saltar y trepar sin dificultad, siempre dentro de los límites que marca su constitución de tamaño medio.
Si estás valorando la posibilidad de convivir con un Scottish Fold, es fundamental tener en cuenta que, a pesar de su porte medio, agradece contar con espacios en los que pueda ejercitarse y explorar. Un hogar con zonas de juego, superficies donde trepar y rincones tranquilos para descansar contribuirá a que se mantenga saludable y satisfecho, adaptándose a la vida en familia de manera óptima.
No hay nada que le guste más a un Scottish Fold -nombrado así por sus orejas plegadas- que estar con su gente, participando en lo que sea que estén haciendo.
Como su nombre lo indica, los Scottish Fold vienen de Escocia, y todos ellos pueden rastrear su ascendencia hasta un gato que tenía las orejas dobladas y trabajaba como ratonero.
Estos gatos son sensibles, expresivos y activos. Les encanta jugar y no son los mejores gatos para dejar solos en casa. Prefieren un compañero -incluso otro gato- que les haga compañía.
El Scottish Fold es un gato de tamaño mediano que destaca por su complexión compacta y robusta. Presenta un cuerpo bien proporcionado, con patas de longitud moderada y pies redondeados que le otorgan un aspecto equilibrado. Además, cuenta con una cola gruesa y de longitud media, que se mantiene en perfecta armonía con el resto de su silueta.
Su cabeza es ancha y redondeada, lo que aporta un aire inconfundible a la raza. Las orejas, pequeñas y plegadas hacia adelante, constituyen el rasgo más distintivo del Scottish Fold. Esta característica genética no solo le aporta un aspecto tierno, sino que también resalta sus mejillas ligeramente prominentes y su nariz corta.
El Scottish Fold suele lucir un pelaje corto y agradable al tacto, lo que favorece su cuidado y mantenimiento. Esta capa de pelo, además de ser suave, tiende a mostrar un grosor moderado que protege al gato de los cambios de temperatura. Aunque existe una variedad de longitudes dentro de la raza, la mayoría de los ejemplares presentan un manto corto que se ajusta perfectamente a la silueta de su cuerpo.
Uno de los rasgos más destacados del Scottish Fold es su carácter amigable y apacible. Es un gato que disfruta de la compañía humana y suele llevarse bien con otros animales, lo que lo convierte en un compañero ideal para familias con niños o para hogares con más de una mascota. Su aspecto de peluche, unido a su actitud afable, hace que llame la atención allá donde va y que, sin apenas buscarlo, sea el centro de todas las miradas en casa.
Este talante dócil y equilibrado se ve reforzado por la influencia de los British Shorthair, una de las razas con las que se permite el cruce para preservar sus características orejas dobladas. Al combinarse con los genes de los British Shorthair, el Scottish Fold hereda parte de la naturaleza tranquila y afectuosa que define también a esta otra raza británica. Así, el resultado es un gato de temperamento calmado, fácil de tratar y muy leal a su familia humana.
El Scottish Fold es reconocido por su apariencia compacta, que a pesar de no alcanzar dimensiones tan grandes como otras razas, sigue resultando llamativa por su equilibrio y robustez. Generalmente, el macho puede situarse entre los 4 y 6 kilogramos, mientras que la hembra tiende a ser algo más ligera, moviéndose alrededor de los 3 a 5 kilogramos. No obstante, estos valores pueden variar según la genética, la alimentación y el nivel de actividad de cada ejemplar.
En lo que respecta a la altura, un Scottish Fold adulto suele oscilar entre los 20 y 25 centímetros en la cruz, lo que lo sitúa dentro de la categoría de gatos medianos. Su longitud total (desde el hocico hasta la base de la cola) suele rondar los 40 centímetros, aunque algunos ejemplares pueden superar ligeramente estas medidas. No se trata de un gato enorme, pero su estructura corporal resulta sorprendentemente firme y musculosa para un felino de su talla.
Pese a no ser un gigante dentro del mundo gatuno, el Scottish Fold posee proporciones muy armoniosas que realzan su peculiar aspecto. Su cuerpo, de apariencia “compacta”, destaca por tener una buena masa muscular y patas de longitud moderada que terminan en pies redondeados. Estos rasgos le permiten moverse con agilidad, siendo capaz de saltar y trepar sin dificultad, siempre dentro de los límites que marca su constitución de tamaño medio.
Si estás valorando la posibilidad de convivir con un Scottish Fold, es fundamental tener en cuenta que, a pesar de su porte medio, agradece contar con espacios en los que pueda ejercitarse y explorar. Un hogar con zonas de juego, superficies donde trepar y rincones tranquilos para descansar contribuirá a que se mantenga saludable y satisfecho, adaptándose a la vida en familia de manera óptima.
Aunque vivas en Madrid, Barcelona o Valencia, hay muchas opciones donde puedes comprar un Scottish Fold. En ParadisPets puedes consultar precio online de nuestros gatitos en venta y, si no puedes venir a buscarlos a nuestro criadero, te los traemos personalmente a casa con todo lo necesario. Te mantendremos informado con vídeos y fotos de tu nueva mascota hasta que pueda venir a tu casa.
Si estás valorando la posibilidad de comprar un Scottish Fold, es fundamental tener presente que esta raza sobresale por su apariencia adorable y su carácter afectuoso. Con sus orejas pequeñas y dobladas, y un cuerpo compacto que no pasa desapercibido, estos gatos resultan muy atractivos para quienes buscan una presencia entrañable en el hogar. Además, aunque no poseen las dimensiones imponentes de otras razas más grandes, su silueta robusta y bien proporcionada les confiere un encanto propio que los hace únicos.
No solo destacan en lo estético, sino que también son gatos sociables y bastante receptivos a la interacción humana. Pueden aprender con facilidad ciertas rutinas y juegos, lo que les permite adaptarse sin problemas a distintos ambientes. Su talante tranquilo y equilibrado contribuye a que se conviertan en compañeros estupendos para familias con niños o para hogares donde ya haya otras mascotas.
Esta combinación de dulzura e inteligencia convierte al Scottish Fold en una excelente opción para quienes anhelan un compañero fiel, cariñoso y que se integre sin dificultad en la dinámica cotidiana de la casa. Su capacidad de adaptación, junto a su disposición a buscar el afecto de sus dueños, lo sitúa entre las razas más apreciadas por aquellos que buscan un gato que no solo llene el hogar de ternura, sino que también responda positivamente a la convivencia diaria.